Comunidad

7 Ene 2019 12:57
Amor hacia el folclore ecuatoriano
Luis González trabaja en su taller ubicado en el Centro Municipal Artesanal.

Son más de 40 años los que Luis González ha dedicado a la elaboración y reparación de instrumentos de viento. Por necesidad musical personal construyó su primera quena y zampoña con tubo PVC que se usa en las cañerías. Hoy es un destacado maestro lutier.

El ambiente en el que vive y trabaja Luis revela un amor incondicional a los instrumentos andinos. En una vitrina hay fotos de alumnos, a sus espaldas, un retrato realizado a lápiz y en la pared lateral, los diplomas que reconocen su labor.

En el cuello destaca una cadena de plata con un gran dije de un sombrero cañari y un rondador, que al verlo de frente parece que lo está tocando.

Para Luis es importante comunicar sobre la cultura y el folclore de Ecuador. En su taller en el Centro Municipal Artesanal, recibe a sus visitantes. Cuando llega alguien para ser su alumno, primero pregunta ¿cuál te gusta? No acepta un ‘cualquiera’ como respuesta, pues asegura que para aprender y ser el mejor, hay que definirse por algo específico y tener pasión.

Y si un comprador indaga sobre una quena o un rondador de esos que sean “más baratos”, les aconseja que escojan un buen instrumento y bien afinado porque de lo contrario el oído se atrofia.

La materia prima de sus instrumentos es 100% nacional, dice. El carrizo lo trae del cantón azuayo Santa Isabel, la duda de la parroquia rural San Joaquín, el bambú de Bolívar, entre otros. Décadas atrás, Luis traspasó las fronteras con su arte y recorrió Bolivia, Perú y Canadá. Dice que no le agrada tanto las fusiones entre géneros como el folclore o el rock, pues considera que se aleja un poco de la esencia. (I)

Datos

El precio promedio de sus instrumentos es de $20 pero sube según el material, calidad de sonido y adecuaciones.
Tiene una quena con decorados de plata que valdría unos $ 150.

Lo más leído
Edición Impresa