La rosca de Reyes que se degusta el 6 de enero guarda un simbolismo religioso, en especial por la figura del Niño Dios que se encuentran en el interior de la masa.
A decir de Analia Cordero, docente de Pastelería y Repostería de la Facultad de Ciencias de la Hospitalidad de la Universidad de Cuenca, la pequeña imagen representa cuando a Jesús lo escondieron para que no sea sacrificado.
Según Cordero, en la actualidad también se colocan monedas o premios. A la persona que le toca es considerada el rey o reina y tendrá que ser el prioste el próximo año “pero esto varía de familia a familia”.
La panadería y pastelería Napolitana, ubicada en la esquina de la calle Mariscal Sucre y Tarqui, es una de las pocas que aún prepara la rosca durante los días previos al 6 de enero.
Su propietaria Pilar Guamán comentó que al momento ya tiene los primeros pedidos de las monjitas del Monasterio, quienes se reúnen para degustarla con chocolate.
Guamán indicó que el año pasado vendió alrededor de 200 roscas y en este año prevé superar esta cifra.
La rosca de Reyes es una masa de pan especial que contiene harina, levadura, agua, sal y se decora con coloridas frutas confitadas y cerezas verdes y rojas, que representan los brillantes de la corona de Reyes.
Según informó Cordero, esta rosca tendría su origen en Francia, por el siglo XV. Para su preparación existen diferentes recetas, una de ellas es con la elaboración de una masa madre. (I)
