
“Bajar de peso”, “comer más saludable”, “cuidar mi alimentación” son algunas de las resoluciones que se pueden leer en la lista de propósitos que solemos hacer cuando iniciamos un nuevo año. Sin embargo, cumplirlas suelen ser todo un desafío, sobre todo cuando mantenemos los mismos malos hábitos alimenticios de siempre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) admite que no existe una fórmula específica que garantice la buena salud de toda la población puesto que influyen aspectos como edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física. Sin embargo, existen principios básicos en donde figura ingerir: “frutas, verduras, legumbres (como lentejas y frejoles), frutos secos y cereales integrales (como maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados)”.
Entre estas líneas generales también se debe incluir la baja ingesta de azúcares artificiales, grasas saturadas y alimentos altos en niveles de sal; siempre acompañando la buena alimentación con, al menos, treinta minutos de ejercicio.
Si bien la lista de ‘normas’ es larga y quizás tediosa, lo cierto es que una vez que mejores tu hábito alimenticio, tu cuerpo y ritmo de vida mejorarán. Sara Rivera, asesora de nutrición de Herbalife Nutrition, asegura que ingerir determinados alimentos incluso mejorarían tu estado de ánimo y energía. Los dejamos a continuación para que los añadas a tu ‘menú’ diario. (I)
Verduras de color
Estos vegetales presentan un alto contenido de minerales como el magnesio, mismo que actúa sobre el sistema nervioso, previniendo la ansiedad, depresión y estrés.
Linaza y frutos secos
Cuentan con un gran porcentaje de ácidos grasos como: omega 3, omega 6 y omega 9. Estos nutrientes garantizan menor riesgo de depresión y cambios de ánimo.
Granos enteros
Incluir cereales como la quinua, el amaranto, cebada y trigo integral, favorecen para mantener un mejor humor, pues contienen minerales como el selenio y potasio.
Lo esencial del aguacate
Proporciona ácidos grasos esenciales y vitaminas B, las cuales impulsan el buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudando a reducir cuadros de estrés.
Frutos rojos
Los arándanos, frambuesas y fresas, al contar con altos niveles de antioxidantes, generan más vitalidad y producen niveles más altos de concentración.
Chocolate amargo
La ingesta de este chocolate está relacionada con la producción de serotonina, gracias a que contiene triptófano, hormona responsable de la estabilidad y la calma.
Importancia de las nueces
Son una fuente rica de vitamina B, proteínas y selenio. Estos nutrientes combaten la tensión y fatiga, por lo que al consumirlas brindará sensación de saciedad.
Semillas de sambo
Contienen ácido alfa-linolénico, un tipo de ácido del Omega 3 que facilita la comunicación neuronal y actúa como un ansiolítico natural y reducen el estrés.
Plátanos maduros
Presenta cantidades de triptófano, aminoácido esencial que interviene en funciones del sistema nervioso central. Influencia a tener ciclos de sueño más satisfactorios.
Miel de abeja
Posee quercitina, un antioxidante que regula los niveles de cortisol, la hormona que produce el cuerpo al estar expuesta frente a grados altos de estrés.