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26 Dic 2018 11:14

“Aquí el carbón, el acero, el fútbol y la cerveza son indivisibles. Impregnan nuestra cultura y nuestra comunidad”. A los 59 años, el director ejecutivo del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, fue de los que sintió una punzada en el corazón el pasado viernes.

Ese día, la última mina de la cuenca del río Ruhr se tapó para siempre. Pero el carbón, sangre y alma de la Alemania industrial desde el siglo XIX, dejará un gran legado popular: el fútbol.

“Sin esa historia minera no tendríamos los clubes que tenemos hoy, salidos directamente del mundo de la mina”, confirma a la AFP Manuel Neukirchner, director del museo de fútbol de Dortmund.

Schalke (un barrio de Gelsenkirchen) y Dortmund son a día de hoy los portaestandartes de este Ruhr tan densamente poblado -cinco millones de habitantes. El Bochum y el Duisburgo, también de la región, se desempeñan actualmente en segunda división.

El miércoles pasado el Schalke 04 invitó a 2.000 mineros a su partido contra el Bayer Leverkusen. Los jugadores vistieron camisetas en cuya parte delantera se leían nombres de pozos de la región. El sábado, en cambio las estrellas del Dortmund llevaron en el pecho la inscripción: “Danke Kumpel” (“Gracias camarada”).

“Estos homenajes a un mundo desaparecido llegan directamente al corazón de los aficionados”, explica a la AFP Hartmut Hering, experto del fútbol local. “Para los clubes es un 80% de marketing y un 20% de convicción pero, al final, todo el mundo sale ganando. Los clubes saben que el respeto a la tradición es una condición para el apoyo de sus simpatizantes”. (D)

Dato

En la cuenca del río Ruhr han nacido 7 equipos que llegaron al profesionalismo.

Antiguamente las minas apoyaban a ‘sus’ equipos, utilizando el carbón como producto de trueque por balones.  El Schalke fue el primer bastión del fútbol regional.

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