Para Brenda Chávez todo comenzó siete años atrás, cuando su padre, Gabino Chávez, murió y ella heredó la dirección de la banda de pueblo Virgen del Cisne, además de un conjunto orquestado.

“Esta es una tradición familiar de muchos años. Desde mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre. La mía es la cuarta generación”, dice Brenda en su local ubicado en García Goyena y Abel Castillo.

Antes de hacer de la música su vida Brenda ejercía su profesión, ingeniería comercial. “Para mí fue sobrevivir en otro mundo, pero aprendí rápidamente. Porque como hija única le prometí a mi papá llevar la batuta, siempre seguir con la música y he quedado en su reemplazo”, sostiene.

“La gente que nos contrata se da cuenta de mi trabajo –señala–. Yo me encargo de los contratos, del vestuario de los músicos y de la presentación”, continúa la decidida mánager. Valses, pasacalles, música tradicional y navideña es lo más pedido durante este mes.

Para Brenda, uno de los recuerdos más impactantes de la actividad musical es haber organizado un velorio. Cuenta que los familiares le pidieron crear una fiesta ese día.

Para festividades como la Navidad, el fin de año o el Día de Reyes (6 de enero), el número de shows aumenta y Brenda llega a dirigir hasta seis agrupaciones distintas por noche.

“Mientras tenga vida saldré adelante como le prometí a mi papá”, aseguró esta emprendedora con mucho camino por recorrer. (I)